Lehenik eta behin, eskerrak eman nahi dizkizuet Bizkaiko Enpresarien Konfederazioa (CEBEK) osatzen dugunon ikuspegitik arlo soziolaboralari buruz informatzeko eta gure iritzia emateko helburuarekin sortu den blog berri honen edukiaz interesatu zareten guztioi. Gaurkotasuneko gairen batekin inauguratzeko eskatu didate eta, egia esan, zaila egiten zait Lan Erreformaren atalen bati buruz ez idaztea. Lanbidearen ajea izango da.
En una época en la desayunamos, comemos y cenamos acompañados de noticias relacionadas con una crisis económica como nadie recuerda y cuyo fin tampoco nadie es capaz de vislumbrar y de noticias sobre la famosa Reforma, que cuando no se oyen es por el impacto de otras noticias igual de preocupantes, resulta muy difícil abstraerse de esta realidad. Ni siquiera ese gran equipo que el año pasado nos hacía a los vizcaínos soñar y “olvidar” un poquito la realidad viajando en cuerpo o alma por Europa, irreconocible este año, nos hace “llorar” con un juego y ánimo contagiado del ambiente gris y triste que atraviesa nuestra economía y mercado laboral. Pues bien, en ese contexto y teniendo en cuenta la temática del blog estaba claro que no podía ser muy imaginativo.
Asistimos diariamente a declaraciones sobre la Reforma Laboral que dañan la imagen pública del empresario, pretendiendo no solo criticar, algo legítimo, sino principalmente arrojar una sombra de duda sobre quién la aplica o pueda tener intención de hacerlo. Ello se hace normalmente sin cuestionar los motivos que tiene una empresa para aplicar un determinado aspecto relacionado con la Reforma, tan siquiera sin intentar entender el funcionamiento correcto de la herramienta criticada, simplemente descalificando y estigmatizando a quién hace uso de la misma.
Quienes realizan esas declaraciones consideran a los empresarios que aplican la ley no solo enemigos, sino seres privilegiados que en ningún caso sufren los efectos de la crisis, sino que se aprovechan de la misma. Y por el contrario, “perdonan” a aquellos empresarios que por tener una situación distinta pueden no tener que aplicarla. Asistimos “al todo vale”, oyendo declaraciones interesadas cuyo objetivo principal es hacer creer que todas las empresas deben ser iguales, que el empresario que aplique la nueva Ley es “el enemigo” y que el único camino posible frente a él es “la lucha” o, como incluso se ha llegado a afirmar, la “desobediencia civil”. Sinceramente creo que es un camino equivocado por mucho que intento entender a quiénes lo indican.
Se me tachará de falta de objetividad, por ser miembro de CEBEK o como algunos dicen “de la patronal”, y en cierta manera tienen razón, puesto que toda mi vida profesional como abogado la he dedicado al asesoramiento y defensa de las empresas y eso marca la opinión de uno, pero nunca de faltar a la verdad por hacer pública la situación límite por la que atraviesan muchos de los empresarios y empresarias con los que me reúno diariamente y que es la única razón que justifica sus reivindicaciones.
Solo pido algo tan sencillo como eso, que de la misma forma que esta organización empresarial no es ajena a la situación en la que desgraciadamente están muchos trabajadores vizcaínos y vascos, no se nos niegue a los empresarios algo tan obvio como la afectación de la crisis, ni la posibilidad de reivindicar lo que consideramos necesario, algo que en ocasiones parece difícil obtener. A partir de ahí podremos discutir, incluso hasta el punto de no alcanzar acuerdos aunque lo deseable sea lo contrario, pero nunca considerando al de en enfrente “el enemigo”.
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