A vueltas con la Reforma Laboral y la Negociación Colectiva (Parte I). “Una grieta en el casco del buque”

Leí hace ya un tiempo un artículo en el que se decía que “numerosas compañías” vascas se habían descolgado de la “línea oficial” de las organizaciones empresariales y habían admitido “cláusulas anti-reforma”. En ese momento decidí escribir unas líneas para el nuevo blog relacionadas con el estado de la negociación colectiva en relación con la última reforma laboral, pero luego el trabajo diario, como casi siempre, me llevó a que ello no fuera inmediato. Hace bien poco recordé aquella idea al leer otro artículo en la que la Secretaria General de LAB acusaba a Confebask por “bloquear” la negociación colectiva sectorial por pedir que los convenios colectivos “respeten la legalidad vigente”, solicitando del Gobierno Vasco que “presione” a dicha organización para que modifique su postura frente a la Ley, vamos, para que renuncie en nombre de todas las empresas vascas a la misma. La cuestión es que sigo teniendo aquella reflexión en la cabeza, si cabe ahora con más fuerza y de ahí que cumpla ahora, tarde pero como dice el refrán mejor que nunca.

Se citaba creo recordar un caso de una empresa alavesa, cuya firma del convenio se había producido tras 10 días de huelga, y el caso del sector de gasolineras de Bizkaia, en el que también se escribía que la firma se había conseguido tras 46 días de huelga, lo que podía suponer según el articulista “una brecha en el casco del buque patronal”. Recuerdo que el artículo me hizo preguntarme ciertas cosas a modo de reflexión general. Me pregunté varias cosas, una de ellas si la única forma de salvaguardar los convenios colectivos es que “la patronal renuncie a la Ley” o en algunos casos “la incumpla”, tal y como propugna la Secretaria General de LAB. A ella y al resto de sindicatos convendría recordarles que en un convenio sectorial no cabe la renuncia a aspectos que la ley configura como normas de derecho necesario, como la resolución efectiva de las discrepancias en los supuestos de descuelgue, aunque bueno, esta es otra canción.

–       En cualquier caso ¿Por qué parece señalarse siempre la huelga como el único medio para lograr un determinado objetivo en una negociación?

–       Pero ¿Hay empresas que han firmado cláusulas de las denominadas por el artículo “anti-reforma” sin necesidad de que los trabajadores hayan tenido que acudir a la huelga? La respuesta es sí.

–       ¿Y empresas en la que se ha firmado el convenio sin cláusulas de este tipo, incluso a pesar de haber acudido los trabajadores a la huelga como medida de presión? La respuesta es sí, por ejemplo, el propio convenio de Estaciones de Servicio que recuerdo que citaba uno de los artículos leidos en mi opinión erróneamente.

–       ¿Ha habido alguna empresa que ha firmado el convenio sin necesidad de incluir esas cláusulas y sin que sus trabajadores hayan acudido a la huelga? La respuesta es también sí.

–       ¿Existen empresas que actualmente están soportando una huelga y aún así se mantienen firmes en sus planteamientos de no renuncia a la Ley? La respuesta es sí también.

–       ¿Firman en la empresa los mismos sindicatos que negocian en las mesas sectoriales provinciales en las empresas cláusulas de renuncia y de no renuncia? La respuesta es que sí también.

Por lo tanto, si hay empresas y trabajadores que han firmado un convenio colectivo de empresa sin esas cláusulas, tanto tras una huelga como sin acudir a ella, o incluso empresas que actualmente tienen convocadas huelgas con la negociación del convenio abierta y que tampoco han firmado las denominadas cláusulas anti-reforma ¿por qué no se las menciona?

¿Por qué se menciona solo cuando una empresa, presionada por una huelga o por un preaviso de la misma que pone en claro riesgo su actividad, acaba firmando ese tipo de cláusulas, mientras que nada se dice normalmente cuando se firman convenios colectivos de empresa en los que se respeta la legalidad vigente firmados por sindicatos que propugnan las cláusulas anti-reforma?

¿Por qué no se escribe que esos comités de Empresa o Delegados de Personal que firman cláusulas respetando la legalidad actualmente vigente pueden suponer una “grieta en el casco del buque sindical”? ¿Por qué se habla de “línea oficial” para referirse solo a las organizaciones empresariales?

En mi opinión, los hechos descritos en los artículos de prensa citados (y podría citar más) ni son una regla general, ni reflejan la realidad de lo que está sucediendo en nuestra negociación colectiva, ni de empresa ni sectorial. Una negociación colectiva que no debemos olvidar ya estaba bloqueada desde mucho antes de la última de las Reformas Laborales, con numerosos convenios colectivos sin firmar desde el año 2007 y 2008 (algunos incluso desde hace más tiempo), sirviendo esta última en mi opinión solo como excusa a algunas organizaciones sindicales para refrendar si cabe su postura contraria al acuerdo y partidaria del conflicto. Parece como si los convenios se hubieran bloqueado ahora por la Reforma y sencillamente eso no es así.

La no firma de un convenio es responsabilidad de todos, no solo de una de las partes, y si el ámbito de un convenio colectivo decae por su no firma, circunstancia ésta no deseable, ello será responsabilidad de todas ellas, no de una sola. Ahora bien, decir que la culpa es de las organizaciones empresariales porque no renuncian a la Reforma Laboral dice bien poco a favor de alguien que supuestamente desea la existencia de convenios sectoriales, primero porque no podemos obviar que siempre los convenios colectivos bizkainos han respetado la legalidad vigente en cada momento y segundo y principalmente, porque con ese árbol no se permite ver el bosque o el verdadero motivo del bloqueo de los convenios provinciales en la mayoría de los casos. Dicha acusación, no es más que un intento de evadir la responsabilidad que se tiene como parte negociadora. Y lo que es más grave, evidencia que lo único que les sirve a algunos es la renuncia absoluta  de una parte – la empresarial-, de la que paradójicamente no se fían.

Sin comentarios